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Los libros cuentan historias.

Pero los libros no serían libros sin páginas y letras

al igual que las historias no serían historias sin personajes ni sucesos.

El alma de la novela reside en el corazón del escritor, y después en el del lector.

El alma de la novela te hará volar. Con alas de magia. Con plumas de tinta.

domingo, 31 de octubre de 2010

Atrapada: Capítulo 6

Sé que he tardado mucho en subir más, pero por fin aquí lo tenéis: el sexto capítulo de Atrapada. Espero que os guste y comentéis especulando sobre la historia o simplemente dando vuestra opinión.

La mano nudosa me apretó la muñeca con tanta fuerza que tuve que soltar el cuchillo, que cayó estrepitósamente al suelo.
Yo jadeé mientras él se levantaba, agarrándome todavía por la muñeca. Su cara se estaba convirtiendo poco a poco en una máscara de furia contenida, y sentí que me mataba con la mirada.
No dijo nada, sólo gruñó, pero me empujó poco a poco hasta que estuve entre él y la pared.
-¿Qué se supone que ibas a hacer?- susurró, todavía con la cara desfigurada de ira.
Yo sólo tragué saliva, no contesté. Estaba intentando concienciarme sobre lo que iba a pasar ahora. Había perdido. Le había despertado, y ahora iba a morir. La partida había terminado.
-¡Contesta!- me gritó a la cara. Me arrojó el aliento al rostro, pero me di cuenta de que no apestaba tanto a alcohol como otras veces. Aún así, todavía tenía un toque a ron.
Me zarandeó agarrándome por los hombros, y yo empecé a sollozar sin poder controlarme.
Mierda. Lo único que me faltaba: parecer una niña indefensa ante él. No quería que se compadeciera de mí.
-¿Qué? ¿Ahora lloras? ¿Después de lo que me has hecho? ¿Tú lloras?
Y no pude más.
-Yo no te he hecho nada- susurré, con cada vez más fuerza-. Yo no te he hecho nada. Has sido tú el que...
-¿El que qué? Venga, niña, dímelo. ¿Qué te he hecho yo?
Tardé un segundo en responder, pero cuando lo hice no pude evitar gritar.
-¡¡Me has destrozado la vida!!- chillé, y pataleé y me resistí hasta que me soltó.
Podía haber escapado, es verdad. Pude haber corrido, abierto la puerta y haberme escondido en la calle. Podría haber sido libre.
Pero no sé... supongo que la amargura pudo conmigo. Me deslicé hacia abajo, apoyada en la pared, y me acurruqué en el suelo, llorando y sollozando, sin mirarle a los ojos.
Él me miró con los ojos entrecerrados, con las manos en los oídos. Supongo que tendría resaca y mi grito le había molestado. Genial. Una razón más para abofetearme.
-¿Y tú?- me dijo entonces, señalándome con el dedo índice- ¿Y tú? ¿O acaso eres la única víctima de esta historia? ¿No has hecho nada? ¿Eres inocente?
Fui a contestar: "¡pues claro!", pero algo me lo impidió.
¿Era cierto? ¿Había sido completamente buena y no había hecho nada?
Él se alejó. Se sentó en el sofá con rostro abatido.
-Tú me has destrozado la vida también- dijo, mirándome con los ojos empañados.
Entonces me di cuenta de lo que había sufrido. Tenía unos cuarenta años, pero su cara estaba tan demacrada que no aparentaba menos de cincuenta.Su pelo estaba demasiado largo, despeinado y grasiento, y su barba delataba que no se había afeitado como mínimo en una semana. Pero lo peor eran sus ojos.
Profundos pozos azules de sufrimiento, arrepentimiento, dolor... Ojos marcados por ojeras de noches de llanto incesante, ojos húmedos por recuerdos enlatados en el corazón, pero que ahora por fin se liberaban, a base de lágrimas.
Me compadecí de él.
Una malvada vocecilla en mi interior dijo que quizá él tenía razón, quizá yo lo había fastidiado todo, pero la mandé callar. ¡Yo no era la culpable de nada!
-No es mi culpa- dije, furiosa-. ¡Fuiste tú el que decidió incharse a beber después de que muriera mamá, fuiste tú el que me gritaba cada minuto, tú el que me provocaba pesadillas!
Él suspiró y fue a decir algo, pero yo ya no podía parar. Debía echarle todas las cosas en cara, ahora o nunca.
-¡Nunca limpiabas la casa, siempre estabas hecho una mierda, vivíamos muy justos de dinero porque no te daba la gana de trabajar y te despidieron! ¿Crees que eso era una buena vida? ¡Incluso mamá me trataba mejor que tú, y eso que la odio!
De pronto se levantó y me puso en pie de un tirón. Respiraba entrecortadamente y sus ojos brillaban de ira, otra vez.
-Nunca... jamás... vuelvas a... hablar así... de tu madre. ¿Entendido? ¡Ella era...!
De repente se detuvo, y su cara mostró confusión. Yo sabía por qué: acababa de recordar que ella le había traicionado, que se había acostado con otro y que por eso yo no era hija suya.
-No vuelvas a hablar mal de ella- susurró, y se fue a su habitación, cerrando la puerta con un portazo, y dejándome sola en la habitación, libre de elegir.Entre la puerta a su habitación, y la puerta a la calle.
Libre de elegirle a él o a la libertad.

¡Premio!

Como sabéis, en el blog Reino Etéreo, SoMbReReRa creó los Sábados Sorpresa: sube un acertijo al blog cada sábado y anuncia la respuesta cada domingo.
Este sábado tocaba un acertijo en el que no ganaba la respuesta correcta, sino la respuesta más original. (Si queréis ver la historieta y las respuestas de la gente entrad aquí).
Y quién me iba a decir a mí que la respuesta más original ha sido... ¡la mía! (si quieres verla haz click aquí)
No me lo esperaba, porque las demás respuestas también son muy imaginativas y me han encantado.
Pero bueno, aquí tenéis el premio ^^.
¡Muchísimas gracias a tod@s y sobretodo a ti, SoMbReReRa!

viernes, 29 de octubre de 2010

Yo soy del team Christopher

¡Hola! No sé si habréis oído hablar de un blog llamado Aura Azul, una escritora llamada Lau o una historia llamada Adagio...
Pues bien, ahora sí.
Aura Azul es una de mis blogs favoritos, y lo lleva Lau, una chica con una imaginación increíble y una buenísima escritora. Llena su blog con sus maravillosas historias, a las que yo, por cierto, estoy enganchada.
Su última historia es Adagio, una historia que solo lleva un capítulo publicado pero ya me ha atrapado en una historia de amor imposible del siglo XVIII. El protagonista es Christopher, y me encanta así que yo proclamo que soy del team Christopher. ¿Y tú?
Create your own banner at mybannermaker.com!

¡Engánchate a tu Aura!

jueves, 28 de octubre de 2010

Ha llegado...

Ha llegado el día...
¡Todos a sus puestos! ¡Lanzas en alto! ¡Escudos preparados!

¡Todos atentos!

El enemigo se acerca...

La batalla va a comenzar.

Porque ¡hoy es el día! Hoy la editorial Salamandra publica el quinto y último libro de la saga Percy Jackson y los Dioses del Olimpo: El Último Héroe del Olimpo. No sabemos mucho pero es el tomo en el que Percy lucha contra el fin del mundo. ¿Algo más? ¡Oh, claro! Los dioses y todos los monstruos...

Así que, ala, a correr a las librerías: la batalla va a comenzar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

¡1 día!

¡Un día! ¡Un sólo día! ¡24 horas, nada más! Aunque parezca mentira, la semana se me ha pasado corriendo, y eso que he estado ansiosa a que llegara el 28... pero bueno, no me enrollo.
Estamos a un solo día de la publicación de Percy Jackson V: el Último Héroe del Olimpo... a un solo día de la finalización de la Semana de Percy Jackson. Por eso, como es el último día, os voy a dar algo que decir. Pero antes (no nos gustan los pósters, qué rollo...) lo sé, lo sé, hay ganas de saber lo que tengo preparado, pero lo primero es lo primero =)


Bueno, ahora os comento lo que he pensado. Hoy, vosotr@s sois l@s protagonistas. Querría que comentarais y me contarais el pasaje que más os ha gustado de Percy Jackson (de cualquiera de los cuatro libros hasta ahora publicados) y también decid si os ha gustado la Semana de Percy Jackson, para la próxima semana especial.
Así que...
¡Soy toda oídos!

martes, 26 de octubre de 2010

¡Reseña de Atrapada!

¡Sí! ¡Así es! En el blog el Árbol de las Plumas han hecho una reseña de Atrapada y os agradecería un montón que entrarais y comentarais en la reseña. Si queréis ver la reseña, entrad aquí.
También os agradecería que me votarais para Pluma del Mes, pero eso ya es para lel que os guste más, así que no me importa que votéis a otro. =)
¡Eso es todo, espero que a la gente le guste!

¡2 días!

¡Hola! Sí, vale, lo sé, lo siento... ayer tampoco tuve tiempo de subir el póster del día para celebrar la Semana de Percy Jackson... (los exámenes, ya sabéis, etc etc.) Pero ¡tranquil@s! Hoy os traigo tanto el de ayer como el de hoy, y también os traigo un regalito sorpresa muy jugoso... ¿Qué será, qué será?
Ah no, no. Primero los pósters ;)


Y ahora la sorpresita... ¡ta-ta-chán, ta-ta-tachán! (redoble de tambores, por favor)

Hay rumores que dicen que es muy posible que en 2012 se estrene...

¡La segunda película de Percy Jackson!

Como he dicho, sólo son rumores, pero al parecer es muy posible que sea cierto porque hasta el director de la primera película, Chris Columbus, afirma: “Con Percy Jackson había que encontrar al reparto que encajase con cada papel, porque posiblemente íbamos a hacer más películas de Percy Jackson y queríamos que el reparto creciese junto a sus personajes”.
No he podido encontrar más detalles, pero estaré ojo a vizor en el mar por si Poseidón me envía más noticias ;)

domingo, 24 de octubre de 2010

¡Adivinanza acertada!

Os preguntáis de que hablo, ¿no? Pues os cuento. En el blog Reino Etéreo, SoMbReReRa^^ ha tenido la brillante idea de poner un acertijo cada sábado. El acertijo de esta semana era un acertijo muy complicado e interesante (si quieres verlo haz click aquí). Pero no sé cómo, ¡logré acertarlo! (si quieres ver la respuesta correcta, haz click aquí).
Así que, como premio, SoMbReReRa^^ me ha mandado esta súper imagen. ¿A que es genial?
¡Muchas gracias, SoMbReReRa^^, tanto por el premio como por la gran idea! ;)

¡4 días!

Ayer no pude publicar nada porque no pude conectarme, pero hoy os dejo aquí la imagen de ayer, con la de hoy, por supuesto ;)


Y, supongo que lo habréis notado (desde luego salta a la vista): en el título del blog aparece un banner anunciando la semana de Percy Jackson. ¿Os gusta? xD

viernes, 22 de octubre de 2010

¡6 días!

Pasan los días, poco a poco... otros seis y tendremos en nuestras manos el último tesoro de la saga Percy Jackson.
Así que, siguiendo con la semana Percy Jackson, tenemos aquí el póster del día =)


Hoy os traigo una comparación que me ha parecido... interesante ;)
Como sabéis, en la primera entrega de Percy Jackson, Percy mata a Medusa, una mujer con serpientes en vez de pelo, que convierte en piedra a todo el que la mire a los ojos. Y en la mitología griega, el asesino de Medusa es un héroe llamado Perseus... veis el parecido, ¿no?
Pues hoy he decidido comparar al Perseus de la antigua Grecia y su Medusa con nuestro Percy del siglo XXI y su Medusa.

Aunque el Perseus de antes mola mucho, creo que me quedo con el Percy de hoy en día. ¿Y vosotr@s? ;)

jueves, 21 de octubre de 2010

¡7 días!

A 7 días de la publicación de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo: el Último Héroe del Olimpo. ¡Sólo siete días!
Y como estamos en los comienzos de la Semana Percy Jackson, me ha parecido buena idea publicar los comienzos de Percy Jackson. ¿Qué cómo? Muy fácil. ¡Con un artículo sobre el escritor, incluyendo citas textuales de Rick Riordan!
Pero antes, veamos el póster del día ;)


Y ahora os dejo con: El Comienzo de la Aventura.
Rick Riordan era un profesor que ya había ganado varios premios por novelas para adultos, pero nunca había probado la literatura juvenil. Su hijo, Haley, le pidió que le contara historias y mitos de la mitología griega cuando se fuera a dormir. "Había enseñado mitología griega durante varios años en escuelas de secundaria, así que estaba contento de poder cumplir." dice Riordan, "Sin embargo, cuando me quedé sin mitos, Haley se entristeció y me preguntó si podía contarle nuevas historias con los mismos personajes."
Justo entonces, Haley había sido diagnosticado con ADHD y dislexia, y la única asignatura que le interesaba en el colegio era la mitología griega. Entonces a Riordan se lo ocurrió el personaje de Percy Jackson y se lo contó todo a Haley sobre "El reto de Percy para recuperar el rayo maestro de Zeus en la América actual" como dice el autor. "Me llevó unas tres noches contarle la historia entera, y cuando acabé, Haley me dijo que debería escribir un libro con esa historia".
A pesar de su apretada agenda, Riordan consiguió sacar tiempo de su día a día para escribir su primer libro de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo: El Ladrón del Rayo. Y, a diferencia de su hijo, Riordan decidió darle a Percy unas características más cercanas a él.
"Hacer a Percy disléxico y con ADHD fue un homenaje a todos los niños que sufren estas condiciones" dice Riordan. "Ser diferente no es malo. A veces, es la prueba de tener mucho talento. Eso es lo que Percy descubre sobre sí mismo en El Ladrón del Rayo."

miércoles, 20 de octubre de 2010

8 días

8 días... ¿sabéis para qué?
A ver si lo adivináis, a ver...
...
¡BINGO!
Faltan ocho días para la publicación de la quinta y última entrega de Percy Jackson, ocho días, lo que son 192 horas... lo que son 11520 minutos... me seguís, ¿no? ¡Estoy ansiosa!
Por eso, hoy empieza la semana Percy Jackson, en la que nos dedicaremos exclusivamente a nuestro querido Percy y sus aventuras. ¿Qué, hay ganas? ¡Pues que empiece la cuenta atrás!

martes, 19 de octubre de 2010

¡Noticias Harry Potterianas!

Bueno, en realidad, no exactamente noticias... En realidad, lo que os traigo hoy es un plato de cinco estrellas: ¡el nuevo tráiler de la primera parte de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte!
Es... es... bueno, no hay palabras para describirlo. Como dicen, una imagen (o en este caso un vídeo) vale más que mil palabras, así que si quieres degustar este guiso de magia con una pizca de misterio y un toque a Voldemort, haz click aquí. =)

lunes, 18 de octubre de 2010

Uno de esos días...

Hoy es uno de esos días en los que el cielo está gris, y los nubarrones no permiten al sol brillar. Hoy es uno de esos días en los que todo es de un color ceniciento, sin vida, y el mundo entero parece triste.
Hoy es uno de esos días en los que, cuando estoy con gente, me comporto con normalidad, pero cuando me quedo sola, la soledad me invade. Cuando me quedo sola, me quedo con mi jersey en los labios, y mi cara se retuerce en una mueca de dolor, en un llanto sin lágrimas. Sin motivo. Sin saber por qué. Simplemente, es automático. No lo puedo evitar, ni tampoco explicar.
Hoy es uno de esos días en los que intento explicar las razones de mis confusos sentimientos, de por qué ahora estoy bien, y al segundo tengo ganas de llorar. Y, igual que en estos días, no lo consigo.
Me tendré que conformar con mi cielo gris, mis nubes anti-solares, mis colores cenicientos y mi mundo triste. Me tendré que quedar en mi cuarto, y volver a llorar sin lágrimas, sin saber la razón. Es por todo. Es por nada. Es por... no sé. Supongo que con eso también me tendré que conformar.
Hoy es uno de esos días en los que lo que más quiero, es llorar.

domingo, 17 de octubre de 2010

Atrapada: Capítulo 5

Me desperté sujetándome el cuello con las manos. Estaba sudando, tenía el pelo empapado, y respiraba entrecortadamente.
Me costó un poco darme cuenta de que había sido un sueño.
Esperé hasta que los latidos de mi corazón se ralentizaran, y entonces suspiré con rabia.
¡No...! ¡Otra vez no...! ¿Por qué? ¿Por qué a mí? Pensé que no había nadie  en el mundo quien lo estuviera pasando peor que yo. Era una pesadilla. No sólo ésta que acababa de tener, y por la que reviví la noche más horrorosa de mi vida, sino todo aquello.
Aquella habitación, aquella cama, el olor a sopa todavía presente, la moqueta con la mancha de caldo y el tazón hecho añicos al lado. La certeza de que mis padres adoptivos estaban ahí fuera, en algún lado, preocupados por mí; la certeza de saber que el hombre que intentó matarme estaba allí fuera, seguramente esperando a que se le pasara la borrachera...
Seguí quieta un rato más, hasta que me decidí.
No podía seguir así. Debía salir de allí. Debía salir de allí ya.
Me quité los zapatos para no hacer ruido y abrí la puerta con cuidado. Salí a un estrecho pasillo que solo tenía dos puertas más. La que estaba en frente de la mía era el baño, pues estaba entreabierta y pude ver el váter. La otra debía de ser el dormitorio principal. Donde dormía... él... mi padre... mi padrastro, mi...
Ya no sabía cómo llamarle. Y es que era muy difícil. ¿Cómo se suponía que debía llamar al hombre que hasta los nueve años creí mi padre, pero al final no lo era? ¿Cómo llamar al hombre que al principio me ofrecía su hombro para llorar, y después era él el que me provocaba las lágrimas?
Aquel pensamiento de no saber cómo denominarle me destrozaba poco a poco, así que me obligué a cambiar de tema.
Recorrí el pasillo con la mirada y me acerqué al comienzo del corredor, donde estaba el salón y seguramente la cocina... y él también.
Asomé la cabeza por la esquina.
Estaba en lo cierto; era el salón. Al otro lado había una media pared tras la cual se podía ver la cocina. Al lado había una televisión, una lámpara, un sofá... y él sentado encima del sofá.
Estaba durmiendo. Con una botella en la mano, el vaivén de su respiración relajada dejaba claro que estaba dormido. Era el momento perfecto.
Entonces vi la puerta. La puerta. Mi salida.
Con un cosquilleo, empecé a avanzar silenciosamente hacia la puerta. Le vigilé en todo momento, pero siguió dormido.
Llegué hasta la salida. Aferré el pomo, pero entonces mi giré hacia él y le observé, al tiempo que todos los recuerdos venían a mí en una estampida. Los golpes, los gritos, las borracheras... Todo de una vez, y una ira más fuerte que ninguna otra que hubiera experimentado se apoderó de mí.
Ese hombre me había destrozado la vida.
Avancé con paso decidido hacia la cocina y cogí un cuchillo. Luego me acerqué a él. Seguía completamente dormido.
Le observé con odio. Era un cabrón. Me había jodido la vida. Y ahí estaba, tan tranquilo.
Alcé el cuchillo con lágrimas en los ojos. Lágrimas de rabia, de odio, de tristeza, de anhelo, de miedo... de todo. No se podía describir lo que sentía en ese instante porque me vinieron todos los sentimientos a la vez.
Alcé todavía más el cuchillo. Sólo un golpe. Seco, certero. Tenía buena puntería, así que no sería difícil clavárselo en el corazón. Sólo una cuchillada y mis pesadillas se acabarían.
Sólo tenía que dejar caer el cuchillo... Sólo tenía que dejarlo caer, y todo terminaría...
Aferré el cuchillo con todavía más fuerza. Mis manos sudaban. Empecé a sollozar, sin poder controlarme. Sólo un golpe...
Evoqué toda mi vida, mis días grises, mis noches negras...
Se terminaría con un solo golpe...
Un golpe...
Alcé el cuchillo de una vez por todas con un grito.
Mi mano empezó a bajar...
...hasta que una mano nudosa la paró.

sábado, 16 de octubre de 2010

Pregunta del mes: ¿Cuál de las protagonistas de Laura Gallego os gusta más?

Hoy me he puesto a pensar sobre el protagonismo de las chicas en la literatura. Hay muchísimas escritoras, y en las historias hay muchísimas protagonistas mujeres también. Por eso, me he puesto a pensar en las historias de mi escritora favorita, Laura Gallego, y me he preguntado cuál de sus chicas me gusta más. Y ésa es la pregunta de la semana: ¿Cuál de las protagonistas de Laura Gallego os gusta más?

Una pregunta difícil, por lo menos para mí ;)
La encuesta, que encontraréis al pie de página, se cerrará el 15 de noviembre.

¡A votar!

¡Resultado de la encuesta del mes!

Sé que no lo había anunciado, pero supongo que os habréis dado cuenta mirando el tiempo para votar, ¿verdad? Bueno, por si alguien no se ha enterado, la encuesta será cada mes en vez de cada semana, porque me quedaría sin preguntas en seguida ^^. Además, no tengo tanto tiempo libre como en verano, así que resulta mucho más práctico hacer la encuesta una vez al mes.

Bueno, respecto a esta encuesta, estoy muy contenta de anunciar que hemos recibido 13 votos, ¡un nuevo récord! La pregunta del mes era esta: ¿Qué opinas de la partición de la séptima entrega de Harry Potter en cines?
Y estas han sido las respuestas: 
  • El 61% opina que está muy bien porque así se aseguran de meter todas las partes.
  • El 23% opina que no deberían haberlo partido porque así te olvidas de la historia. Además, seguirá habiendo cosas que se salten.
  • El 7% cree que está genial porque así dura más.
  • Al 7% restante no le importa pero le fastidia tener que esperar hasta junio de 2011 para poder ver el final.
¡Muchísimas gracias por votar!
 

viernes, 15 de octubre de 2010

Reseña de "El Cuento Número Trece"

Título: El Cuento Número Trece
Autora: Diane Setterfield

Editorial: Lumen

Nº de páginas: 473





Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterio pasado.
'Cuénteme la verdad' pide Margaret, pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muera sabremos qué secretos encerraba El cuento número trece, una historia que nadie se había atrevido a escribir.
Después de cinco años de intenso trabajo, Diane Setterfield ha logrado el aplauso de los lectores y el respeto de los críticos con una primera novela que pronto se convertirá en un clásico.

Trama:
El Cuento Número Trece es una historia misteriosa y espeluznante sobre la vida de una famosa escritora llamada Vida Winter que nunca ha contado a nadie la verdad sobre su pasado anterior a publicar su primer libro. Sin embargo, un día Margaret Lea, una biógrafa amante de la literatura y con un secreto, recibe una carta en la que Vida Winter le pide que vaya a su casa, para contar de una vez por todas su historia, una historia que se remontará a un par de generaciones anteriores a la suya.

Reseña:
He de decir que me ha costado terminarme El Cuento Número Trece, mucho más de lo que imaginaba. Ha resultado ser un libro bastante largo, aunque tampoco es demasiado grueso, pero bueno.
En su trama hay varias historias de varios personajes que al principio parece que no tienen relación, pero al final se desvela todo el misterio y quedan claras varias dudas que te corroen el interior. Es un buen libro, la verdad, el nudo de la historia te sorprende porque es del todo entrevesado y, a veces, inverosímil, pero te engancha.
Aún así, hay que decir que algunos de los personajes son bastante extraños y un poco espeluznantes, pues hay varias pruebas de masoquismo o algo por el estilo...
También es muy importante la historia de Margaret, que cuenta hacia el principio de la obra, pero se mantiene presente durante toda la historia. Es una historia muy triste que hace que ella y su madre no se hablen y su padre sea la única relación con ella.
En general he disfrutado de la lectura, he estado enganchada y me he metido en la historia, pero al final no me he quedado con un buenísimo sabor de boca, tampoco. Me parece una historia muy trabajada, pero no es muy de mi gusto.

Mi puntuación:






Sobre la escritora:
Diane Setterfield ha llevado una vida tranquila en Harrogate, una pequeña ciudad inglesa desde que nació. Su trabajo consistía en dar clases de literatura francesa en la universidad y su pasión era y sigue siendo la lectura.
Hace cinco años empezó a escribir El Cuento Número Trece y después de mucho trabajo se lo mostró a un agente literario, que apreció la novela como una obra excepcional. Desde entonces la vida de la autora ha cambiado porque el éxito internacional de El Cuento Número Trece la obliga a viajar, aunque nunca olvida llevar siempre consigo un libro para leer y una libreta para ir escribiendo su próxima novela.

jueves, 14 de octubre de 2010

¡Premio al blog más imaginativo!

¡Así es! ¡En Aura Azul, Lau nos ha dado el premio al blog más imaginativo! Y por eso se lo quiero agradecer profundamente desde Plumas de Tinta, pues me ha hecho muchísima ilusión. Podéis ver la entrada de premios aquí.
Espero que tu blog prospere cada vez más, Lau, es un blog genial. =)
Y, sobretodo:

¡GRACIAS!

lunes, 11 de octubre de 2010

Diario de una iraquí

Diario de una iraquí es un relato corto que escribí con 9 años. Es especial para mí, porque es uno de los primeros relatos que escribí, así que os agradecería que lo leyerais y me dierais vuestra opinión, tanto buena como mala, pero no esperéis demasiado, lo escribí cuando acababa de empezar a hacerlo =)

¡Hola! Me llamo Claris y acabo de empezarte; eres mi diario.

Esto es lo primero que escribió una pobre niña en su diario durante la guerra. Yo soy militar, y encontramos esto entre los escombros de una casa destrozada, con una niña muerta encima. Este librito representa el daño que hace una guerra.

Bagdad, 3 de enero del 2004

Hoy han llamado a papá para que se vaya a la guerra. Mamá, al recibir la noticia, ha empezado a llorar, abrazada a él. Mi hermano ha estado muy triste durante todo el día, hasta le he visto una lagrima cayendo por su mejilla. Pero yo no comprendo por qué, porque los viejos de Bagdad dicen que la guerra arregla cosas.

4 de enero del 2004

Hoy papá ha ido, muy temprano, a comprar una pistola y dos armas más que no se qué son... Eran como pistolas muy grandes. Además, mamá no me ha dejado ir al colegio. Papá ha comido con nosotros y luego, después de darnos besos a cada uno, se ha ido. Dos horas después de que fuera, he empezado a oír bombardeos, ruidos de pistolas disparando, gritos desesperados, el sonido de balas penetrando en cuerpos humanos y piedras... Entonces me he asustado y he mirado nuestra foto de familia. De repente he empezado a llorar y he colocado la foto en ti, para que la guardes. Sé que lo harás mejor que yo, entre esas hojas.

5 de enero de 2004

Papá todavía no ha vuelto, no sabemos nada de él. Mamá llora cada noche al lado de su cama y reza a dios para que no le ocurra nada a papi. Mi hermano no sonríe desde que él se fue. Yo también añoro a papá, y también estoy asustada por que le ocurra algo. Mientras, nunca salimos de casa y casi no dormimos por los bombardeos que no cesan ni de noche.

7 de enero de 2004

Ayer se nos hizo un agujero en la pared después de una explosión muy grande... ¡Boom! ... quedó atrapado. Yo intenté sacarlo, pero mamá tiró de mí y no pude salvarlo. ¡¡Fue horrible!! Oía a lo lejos los gritos de mi hermano y no pude retenerme. Me solté de mi madre que corría y fui hacia mi hermano. Intenté sacarlo de nuevo y por fin lo saqué. Pero la casa se había derrumbado y no podíamos salir. Entonces Alí encontró un hueco y pasó por él. Pero cuando yo fui hacia allí una piedra tapó el hueco. Ya no tenía salida. Y ahora sigo aquí, sola contigo. Te busqué y te he encontrado. Pero casi ya no tengo fuerzas para escribir y tengo hambre y sed.

17 de enero de 2004

Querido diario:
Ya no puedo casi ni escribir. Estoy muy débil, me voy a morir. Recuérdame siempre...
Con cariño,

Claris

¡Feliz cumpleaños, Laura!

¡Hoy nuestra escritora favorita, Laura Gallego, cumple treinta y tres años! Cuesta creerlo, ¿verdad? Después de la cantidad de libros que ha publicado, todos geniales [por lo menos los que he leído yo, que no son pocos ;) ], y todo lo que ha hecho en su vida, parece mentira que le haya dado tiempo de hacer todo eso en treinta y tres años.
Bueno, pues desde Plumas de Tinta esperamos que pase un gran día.

¡Feliz cumpleaños, Laura!

domingo, 10 de octubre de 2010

¡Hoy es el día!

Hoy es el 10 del 10 del 10, día en el que Laura Gallego aparecerá oficialmente en un evento público para terminar con su retiro mediático. Por sea acaso, os recuerdo de que estará en la HispaCon, de las 16.00 hasta las 19.00 en la Casa de Cultura de Burjassot.
Así, Laura hace una primera aparición en público.

¿La nota? ¡Un 10! ;)

viernes, 8 de octubre de 2010

La frustración de la avestruz

Debe de ser frustrante ser una avestruz. Ser un pájaro, un ave, como dice el nombre, pero no ser capaz de hacer lo que es vital para los pájaros: volar. Debe de ser frustrante ver cómo tus compañeros, tus amigos, abren sus alas y echan a volar. Los ves lejos, cada vez más pequeños, en medio del cielo azul. Son capaces de todo. Son capaces de atravesar nubes de algodón, de llegar hasta la luna, de tocar el sol. Son capaces de volar mucho más allá del cielo. Son capaces de llegar lejos, muy lejos.
Te quedas mirándolos hasta que desaparecen y entonces suspiras. Tú no puedes alzar el vuelo. Tus alas no están preparadas para volar. Tu cuerpo no pertenece al cielo, sino a la tierra, aunque tu mente vaya con ellos. Tú ni siquiera puedes tocar la luna. No puedes ni siquiera rozar una nube.
Incluso los más jóvenes pueden más que tú. Ves a los polluelos, que crecen cada día, y cierto día sus madres les enseñan a volar. Primero, deben abrir bien las alas. Después, deben confiar en sí mismos y saltar. Y cuando sientan que caen, deben agitar las alas, aletear, de forma que aprenden a volar. Es un gran momento en la vida de cualquier pájaro.
Menos en el de la avestruz. Porque, siendo una avestruz, ni siquiera intentas volar, ni con los consejos de mamá pájaro. Ni siquiera lo intentas, porque sabes que si saltas y te lanzas desde un precipicio, aunque aletees mil veces, no conseguirás frenar la caída. Seguirás cayendo y cayendo, hasta que te pare el suelo.
Por eso no puedes volar. Y para un ave, no hay nada peor que no ser capaz de volar. Es como ser un pez y no saber respirar bajo el agua. Simplemente, es no ser capaz de hacer el fin para el que fuiste creado.
Porque quieres volar, lo deseas con toda tu alma. Pero eres una avestruz. Y no puedes volar.
Debe de ser frustrante ser una avestruz.

Atrapada: Capítulo 4

Como era viernes, había tenido clase de música y ahora volvía a casa, agotada. Realmente había sido un día duro. Primero, el examen de ciencias naturales. Puff. Menudo tostón. Ojalá las respuestas contaran para un seis, pero me temía un aprobado muy justito, o incluso un suspenso. Uff, ojalá que no. Menuda bronca me esperaba en casa si no aprobaba...
Luego había tenido clase de matemáticas, inglés, lengua castellana... Y las últimas dos horas, gimnasia. Odiaba gimnasia. Yo nunca había sido un a gran deportista ni nada por el estilo. No sabía correr rápido, tenía una resistencia muy escasa... y no hablemos de la natación. Yo nadaba como los perros; ya me costaba bastante flotar... Aquella clase había sido especialmente dura. Habíamos corrido durantequince minutos y terminé agotada. Además, había tenido que soportar las miraditas de mis compañeras de clase en las duchas. Todavía tenía cuerpo de niña. Bueno ¿y qué? Que les den.
Por la tarde, toqué el saxofón bastante mal... bueno, en realidad, fatal... Tuve que soportar la cara de decepción de mi profesor durante una hora y media. Y eso era una gran tortura.
Así que, estaba agotada y de mal humor cuando llegué a casa. Me encontré a mi padre falso sentado en el sofá, con cara seria. Había dos botellas de cerveza en la mesa de café. Y otra en la mesita, al lado de la lámpara. ¡Cómo no! Debía de estar borracho, otra vez.
Me pregunté por qué debía soportale. Al fin y al cabo, no era mi verdadero padre. Mi madre me lo había contado antes de morir. "Tu padre no es tu padre" me dijo, la muy capulla. "No eres hija suya. Tu padre se llama Carlos." Y así me dejó, la egoísta de ella. En realidad, nunca me respetó demasiado. Simplemente me dijo que al que hasta entonces había creído mi padre no lo era y ya está. Aquello era suficiente para calmar sus remordimientos. Pobre de ella, que los tenía que haber soportado. Pero ahora, ya había hecho el bien y podía irse en paz.
¡Y un cuerno! ¿Así se quitó de encima los remordimientos? Y ahora, ¿quién sufrirá los remordimientos por dejarme con un completo desconocido? ¿quién sufrirá por dejarme sola en el mundo, solamente con un nombre y un increíble sentimiento de traición? Ella no, por supuesto. Ella estaba muy a gusto ahora, en su cajita de roble, bajo tierra.
Pasé por el salón a dejar mi mochila en su sitio y empecé a irme hacia mi cuarto cuando mi no-padre me habló.
-¿Es que no dices "hola"?- me preguntó mientras se levantaba, con un tono muy conocido en la voz. Estaba más que bebido.
Le respondí con un seco "Hola" y seguí camino, pero entonces se acercó a mí con ferocidad.
-¡¿Es que no te he enseñado nada?! Hay que tener educación hacia tus mayores. ¿O no te lo he dicho yo más de una vez? ¡Eres una irrespetuosa! ¡Debes tenerme respeto! ¡Porque yo soy tu...!
"...padre." Mentalmente terminé la frase que tantas veces me había dicho y tantas veces me había tenido que morder la lengua para soltarle que no. Pero, para mi sorpresa, no terminó la frase con esa palabra.
-¡... tutor legal! Porque claro, no puedo decir que soy tu padre, ¿verdad? Porque no lo soy, ¡¿verdad?!
Me quedé petrificada y blanca como la cera. ¡¿Qué?! ¿Lo sabía? No podía ser...
-¡¿Qué, niña, acaso te sorpende?! Por lo que sé, tú ¡ya lo sabías!
-¿Co-co-cómo te has enterado?- balbucié, asustada. No, no. No era posible.
- ¡Así que lo admites, eh! ¡Admites que lo sabías!
Yo intentaba hablar pero no conseguía articular palabra en medio de aquel estruendo de frases iracundas.
-Después de todo lo que yo te he dado... y a tu madre. ¡Oh sí, tu madre!
Se acercó aún más a mí y me gritó a la cara.
-¡Tu madre! ¡Esa arpía a la que yo cuidé y amé durante tantos años! ¡¿Cómo me lo demostró?! ¡Engañándome! ¡Engañándome como a un idiota!
Advertí que varias lágrimas recorrian su cara, y entonces me di cuenta de que yo también estaba llorando. Estaba a punto de explotar, aunque sabía que no me convenía.
-Y luego, cuando murió... ¡yo quedé destrozado! Y te he cuidado desde entonces, ¡pensando que eras mi hija! ¿Y es así como me lo pagas? ¡¿Ocultándome que no eres mi hija, sino una bastarda?!
Me reprimí a duras penas.
-Te he criado como si fueras mi hija... ¡pero al final no lo eres! ¡¿Te parece justo?! ¡¿Te parece justo que yo te haya cuidado mientras tú me ocultabas eso?!
Y exploté.
-¡¿Cuidarme?!- grité con fuerza, tanto que le sorpendí. Mis palabras salían de mi boca por fin, después de años reclusos en frasquitos de amargura-. ¡¿Eso es lo que has hecho hasta ahora?! ¡¿Cuidarme?! Pues para que lo sepas, ¡tienes un sentido muy raro del cuidado...!
-¡A mí no me hables así, cría!- me cortó, pero yo seguí hablando.
-¡Lo que me has dado hasta ahora no ha sido más que un infierno! Ahora, si para ti beber cerveza cada dos por tres y terminar el día borracho... si para ti tener que soportar tus gritos y tu pestilente aliento cada día, es cuidarme... ¡Enhorabuena! ¡Eres un gran canguro!
Ante esa grosería, se acercó a mi y me sujetó por los brazos con todas sus fuerzas.
-Nunca oses a llamarme canguro, ¿de acuerdo, niña?- me susurró, soplando sus palabras por mi cuello- ¡No te atrevas a llamarme canguro!
Pero ya me daba igual. Me daba igual lo que me hiciera. Estaba cansada de sus amenazas, de sus gritos... estaba cansada de él. Así que le empujé y empecé a ir hacia mi cuarto lo más deprisa que pude, pero el me agarró del cuello de la camiseta y me pegó a la pared.
-¡No tan rápido, niña! ¡Dime por qué no me lo dijiste! ¡Qué te he hecho yo para ocultarme la traición de tu madre!
-¡Déjame en paz!- le grité, y me revolví pero mis intentos quedaron aplacados por el bofetón que me dio. Mi mejilla ardía, pero no por eso me rendí-. ¡Déjame! ¡Déjame en paz!
Le empujé con todas mis fuerzas y le hice caer al suelo. Me precipité sobre el teléfono y marqué el 112. Pero justo cuando oí que descolgaban el teléfono al otro lado de la línea, unas manos gigantes me quitaron el teléfono de las manos. Justo antes de que él presionara el botón rojo, grité mi dirección y comencé a correr. No sabía hacia donde, pero debía salir de allí.
Sin embargo, unos brazos me retuvieron y una mano chocó contra mi dolorida mejilla, que ardía todavía más.
-¡Nunca me ignores! ¡Jamás!-gritó el borracho, y me volvió a pegar- ¡Nunca ignores a tu padre!
-Tú... tú no eres mi padre- susurré entre jadeos.
No debí hacerlo.
Sus manos se aferraron entorno a mi cuello, y apretaron con fuerza. Intenté desasirlas, pero no pude.
La vista se me empezó a nublar. Me quedé sin aire...

martes, 5 de octubre de 2010

¡Páginas de muestra del 4º cómic de MDI!

¡Ya casi está aquí! dice Laura Gallego, y así es. ¡Muy prontito podremos encontrar el cuarto cómic de Memorias de Idhún en las librerías!
Aún así, todavía no se sabe la fecha exacta. ¡Pero tranquil@s! Laura preguntó en su twitter qué escena querríamos ver como páginas de muestra, y los votos dieron un resultado genial: ¡el beso de Jack y Victoria!
Así que, aquí lo tenéis.

¡Disfrutadlo!

¡10 seguidores!

Ya sé que es muy poquito comparado con la mayoría de los blogs, pero eso no me quita la ilusión: ¡Plumas de Tinta ha llegado a los 10 seguidores!

Muchísimas gracias a esos diez seguidores que, aunque pocos,

¡hacéis que merezca la pena hacer el blog!

P.D: ¡no olvidéis entrar en Reino Etéreo y votar en el concurso de blogs!

Plumas de Tinta: ¡nominado!

¡Así es! Uno de mis blogs favoritos, el Reino Etéreo, ha hecho un concurso de blogs y ¡ha nominado a Plumas de Tinta como uno de los mejores blogs!
Si entráis en el blog étereo, podréis votar en el concurso. El gadget está al principio de la columna de la derecha. Los resultados se darán a conocer el día 25 y habrá dos ganadores.
Así que entrad en el blog y ¡votad al que más os guste!
¡Y gracias a SoMbReReRa^^, staff de Reino Etéreo, por nominarnos!

¡Suerte a todos!

lunes, 4 de octubre de 2010

Pensé y soñé...

Siempre pensé que yo era tu amor...
... que yo era tu guía, tu faro, tu luz...
... igual que tú eras el mío.
Soñé con un nosotros, soñé con dos corazones...
... soñé con un futuro, un mañana en el que disfrutar...
... disfrutar de la vida compartida...
...de nuestra vida en pareja...
...de nuestro amor...

Pensé...
...soñé...
...y me equivoqué.

Porque pensé que yo era tu amor, pero no era así.

Pensé que yo era tu guía, tu faro, tu luz, pero ya estabas perdido en la luz de otro faro.

Soñé con un nosotros y con dos corazones, pero en la realidad me encontré con un tú y un yo, y un corazón partido por la mitad.

Soñé con un futuro, un mañana, en el que disfrutar, pero ya solo me queda el ayer, un ayer en el que llorar.

Soñé con una vida compartida, con nuestra vida en pareja, pero mi vida ya está sola de nuevo, y ninguna otra le hace compañía.

Soñé con nuestro amor, pero lo único que encontré en tus ojos fue impasibilidad...

Como aquella mañana,
en la que me desperté y donde esperaba encontrar rastros de tu amor,
encontré tu lado de la cama vacío,
tu mesilla y tu armario sin nada
la casa sin un ligero rastro de ti.

Yo soñé con nuestro amor...
...pero sólo resultó ser el mío.

domingo, 3 de octubre de 2010

Atrapada: Capítulo 3

Cuando me desperté, me encontré en la habitación en la que me había dormido. Me llevé una mano a la muñeca de la otra y entonces me di cuenta de que ya no estaba maniatada. Aún así, tenía los tobillos y las muñecas enrojecidas por la rozadura de la cuerda y me dolían.
Me incoporé, desorientada. Uff. Estaba viva. Aunque no entendía por qué. Él había tenido el tiempo suficiente para matarme cuando estaba dormida...
El hecho de pensar en morir hizo que un escalofrío me recorriera la espalda. Entonces vi la vida de una forma distinta.
Pensé en los años que pasé encerrada en mi cuarto, con la mirada en un punto invisible, inmóvil, sin pestañear, sin pensar. Simplemente sentada en mi cama, en la semioscuridad.
Pensé en mis clases, en mi vida en el colegio, sin compañero de pupitre, siempre sola.
Pensé en mi familia actual, que había intentado hacerme feliz y acercarse a mí, sin éxito, por supuesto.
Desde aquella noche, nunca dejé que nadie se acercara a mí. Nadie me vería sonreír, nadie alcanzaría ni siquiera la entrada a mi corazón.
Y entonces pensé en lo que me había perdido. Consideré, por primera vez, la vida que podría haber vivido si hubiera superado aquello...
Pero no, aquello no era posible. Ni para mí, ni para nadie. Él tenía la culpa de todo. Sólo él.
Decidí dejar de torturarme. Me levanté, e inspeccioné la habitación, a la pequeña franja de luz que entraba por la entreabierta puerta.
Era una habitación más bien pequeña. Solo había una cama, una mesilla, un pequeño armario y una silla. Abrí el armario, pero no encontré nada. Estaba absolutamente vacío.
Me volví a sentar en la cama, con las piernas cruzadas. Me daba miedo abrir la puerta y salir. No sabía lo que me encontraría, y prefería quedarme en la habitación. Así que me quede allí, sentada en la cama, como hacía siempre.
No sé cuánto tiempo estuve allí sentada, pero cuando la puerta se abrió con un suave chirrido, la escasa luz que entró hizo que me picaran los ojos, y me acurruqué pegada a la pared.
Porque allí estaba él. Con una bandeja en la mano.
Se acercó lentamente y dejó la bandeja en la mano. Me miró con seriedad. Me taladró con la mirada y yo me acurruqué aún más.
-Cómete la sopa- dijo con  voz firme.
Yo no me moví y esperé hasta que el se dio la vuelta y se acercó a la puerta. Agarró el pomo de la puerta con una mano grande, y antes de cerrarla se giró hacia mí.
-Y no me llames papá.
Cerró la puerta en silencio, dejandome sola.
Me moví. Cogí la sopa entre mis manos y empecé a tomármela a cucharadas, en la más completa oscuridad.

*****

Cuando me terminé la sopa, me volví a acurrucar. Sus palabras resonaban en mi cabeza: no me llames papá... En realidad, no sé por qué lo había hecho. Al fin y al cabo, no era mi padre en realidad. No era mi padre biológico.
Pero durante años habíamos creído que sí. Cuando tenía seis años, mi madre enfermó. Cáncer de mama. Luchó con todas sus fuerzas por seguir adelante, pero no lo logró. Después de tres años de quimioterapia, lágrimas amargas y gritos desesperados, mi madre había muerto. Pero antes de morir, me había contado una cosa: aquel al que creía mi padre no lo era. Y ese secreto lo había guardado yo desde los nueve años. Sólo yo. Había tenido que vivir en una casa que era de un desconocido, que desde la muerte de mi madre lo único que había hecho era beber. Las discusiones no tardaron en presentarse. Y lo que trajeron después...
De pronto, la puerta se abrió. Él apareció en el umbral, y por su mirada fébril supe que había estado bebiendo. De nuevo, pensé con resignación. Se acercó a coger la bandeja sin ni siquiera mirarme, pero cuando la tuvo en sus manos, me miró y la dejó caer.
El tazón se rompió en mil pedazos, al tiempo que él me sujetaba por los cuellos de mi blusa y me echaba a la cara su aliento pestilente.
- ¡¿Se puede saber por qué lloras, niña?!- me espetó, con furia. No me había dado cuenta de que estaba llorando-. ¡¿Acaso no eres feliz?! Con tu nueva familia y todo... ¡tú no debes llorar, niña! ¡Soy yo el que ha sufrido, el que ha sufrido por tu culpa! ¡Eres un engendro!
Para mi sorpresa, me soltó sin haberme pegado y se fue hacia la puerta dando zancadas muy largas.
- ¡No eres más que una llorona! ¡Bastarda!
Pegó un portazo que hizo temblar hasta los cimientos de la casa.
Y así, volví a quedarme a oscuras, con lágrimas en los ojos, gritos ebrios de fondo y olor a sopa en la habitación.

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